The Cathedral of St. Philip - Atlanta, GA

Unidad

Un sermón de Padre Juan Sandoval
Propio 23 – Año A

Alégrense siempre en el Señor. Repito: ¡Alégrense! Que todos los conozcan a ustedes como personas bondadosas. El Señor está cerca.

Hoy nos habla del Libro de Vida. Pablo habla de sus compañeros en Cristo que le han dado apoyo y piensa que todos estan en Libro. El habla de Clemente, y las mujeres, Evodia y Sintique. Pablo pide a Clemente que le ayude con ellas que han hecho tanto en avanzar la batalla al lado de Pablo en predicar las buenas noticias del evangelio. Pero no solamente esparamar las buenas noticias pero también dar gracias por todo a través de oración. Especialmente las oraciones de acción de gracias.

Filipenses 4:2-3 puede parecer un saludo al azar para personas al azar. Pero estos versículos resuenan claramente con el llamado a la unidad (“ser de un mismo sentir”, 4:2, comparar con 2:2) que recorre toda la carta (1:27; 2:1-4, 14). Contrariamente a la interpretación popular, la apelación de 4:2 no requiere que Evodia y Síntique estuvieran de la misma mente o pensar lo mismo.

No se sabe nada acerca de Evodia, Síntique o Clemente, excepto que “lucharon junto” (synathleo) a Pablo por el evangelio. Tampoco conocemos la identidad del “compañero leal” (literalmente “genuino compañero del yugo”, 4:3), a pesar de muchas propuestas interesantes (por ejemplo, Lucas, Lidia, una esposa de Pablo). Lo que es digno de mención es que la mayoría de los pocos filipenses nombrados en la carta son mujeres. Esto, combinado con el nombramiento de “obispos y diáconos” en el saludo (Filipenses 1:1), implica una gran probabilidad de que las mujeres sirvieran como líderes en esta comunidad, una idea respaldada aún más por la narrativa de Hechos 16:11-15.

Otra vez vemos que habia mujeres que sirvian en la comunidad de Filipenses. La semana antes recuerdan que Felipe, el diácono y evangelista tenía cuarto hijas que eran profetizas. No se hallan muchas mujeres, pero si hay algunas que son mencionadas en la Biblia.

Igualmente sorprendente es el consiguiente énfasis de Pablo en la gentileza, la falta de preocupación, la oración, la acción de gracias y la paz (Filipenses 4:5-7), aunque su encarcelamiento daría amplias razones para la ira y la ansiedad. Pablo alienta la “mansedumbre” hacia todas las personas y toda forma de oración (con acción de gracias) hacia Dios. Las diversas palabras para oración (oración, súplica, peticiones) son prácticamente sinónimos. Aunque pueda parecer un complemento, la “acción de gracias” en las cartas de Pablo es una actividad de los creyentes que se menciona con frecuencia (por ejemplo, 1 Tesalonicenses 2:13; 3:9; 5:18; 2 Corintios 4:15; 9:11). -12). Finalmente, la breve frase “El Señor está cerca” (Filipenses 4:5b) se encuentra en medio de estas exhortaciones como una palabra de aliento, enfatizando la certeza de la próxima vindicación de los creyentes (compárese con Romanos 13:12; 1 Corintios 15:58; también Santiago 5:8).

Te pido que todos ellos estén unidos; que, como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. Les he dado la misma gloria que tú me diste, para que sean una sola cosa, así como tú y yo somos una sola cosa. 

Jesús pide unidad de sus discípulos de su tiempo y también para todos los discípulos nuevos en el futuro. Como ustedes y sus prójimos, familias y familias todavía no conocidas. Jesús desea que todos cristianos, en unidad, ofrezcan un mundo mejor. Si estamos en unidad con Dios y nuestros prójimos nos da esperanza para reconciliación. 

La gloria de Dios 
La gloria de Jesús 
La gloria del hombre 
Un iglesia santa y católica 
Unidad en Dios sirviendo en Dios, Cristo y El Espíritu Santo.
Cristo es divino y también la iglesia es divina. 

Somos uno en Cristo porque él es como un suero de vida por el poder del Espíritu. Jesús nos dice que el pueblo serán creyentes a través de la Palabra.

¡Crean en el Señor Jesucristo! Podemos enseñar la Gloria de Dios en ser testigos a nuestras hermanas y hermanos para que todo el mundo sepa que somos cristianos. Podrán ver la unidad en ser testigos de la palabra del Señor Jesús y por el amor de Dios. Dios que nos envió su único hijo. Hijo que nos dio los nuevos mandamientos de amar su Dios con todo corazón, con toda mente, con toda fuerza y con toda alma y que amemos a nuestros prójimos como nosotros mismos. 

Unidad es la manera de demostrar la presencia de Dios a través de sus mandamientos centrales: amar a Dios con todo lo que tenemos y somos, a los otros como a nosotros mismos y a nuestros enemigos. La unidad es posible cuando aceptamos que Dios nos ama a todos y todas porque somos parte de la creación. Dios nos ama con el mismo amor que ama a su Hijo, que es el mismo amor con el que Cristo ama a su Padre; el mismo con el que Jesucristo nos ama a cada uno de nosotros y nosotras.

Al fin de dejarnos, Jesús nos deja estas palabras, 

Dios me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.

Así, es que incluso desde la celda de una prisión, San Pablo nos insta a ¡Regocijarnos!

Y de nuevo diré: ¡Regocíjense!

El Señor está cerca.

¡La paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús en cada paso del camino!

AMEN.