Un sermón de Padre Juan Sandoval
Propio 4 – Año C
Esta mañana escuchamos la cuenta del hombre lleno de demonios. Hay viene Jesús que acaba de calmar la tormenta en el lago. Todos los discípulos tenían tanto miedo y hay viene Jesús caminando sobre el agua y llega a una barca y se duerme. Pero hay viene la tormenta y todavía está dormido Jesús. Los discípulos tienen miedo y despiertan a Jesús que se levanta y calma la tormenta. Muchos lo conocen y lo siguen a donde va.
Luego camina a un lugar de Gerasa, que es de los gentiles. Aquí Jesús encuentra un hombre en cadenas, desnudo, lleno de demonios y que vivía en las tumbas. Porque su nombre Legión, como los romanos tienen tantos grupos de soldados que se llaman una legión. Este hombre tenía tantos demonios y tenía tantos poderes malignos. —¡No te metas conmigo, Jesús, Hijo del Dios altísimo! ¡Te ruego que no me atormentes! Pero Jesús expulsó los demonios del hombre y entraron en los cerdos, y éstos echaron a correr pendiente abajo hasta el lago, y allí se ahogaron. El hombre ya está de mente buena y ahora desea seguir a Jesús. Pero Jesús le ordenó que se quedara, y le dijo: —Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho por ti. El hombre se fue y contó por todo el pueblo lo que Jesús había hecho por él
Jesús puede sanar a diferentes demonios como con Saulo. Cuando Saulo caminaba hacia Damasco, encontró una luz brillante de los cielos. Luego Saulo cayó al suelo, y oyó una voz que le decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?»
Saulo preguntó: «¿Quién eres, Señor?» La voz le contestó: «Yo soy Jesús, el mismo a quien estás persiguiendo. Levántate y entra en la ciudad; allí te dirán lo que debes hacer.» Luego Saulo no pudo ver ni comer por tres días. Dios envía su sacerdote. Ananías fue a la casa donde estaba Saulo. Al entrar, puso sus manos sobre él. el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino por donde venías, me ha mandado para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo.
Al momento cayeron de los ojos de Saulo una especie de escamas, y recobró la vista. Entonces se levantó y fue bautizado.
Quizás nosotros o conocidos también tienen sus propios demonios. Es posible que aparezcan de diferentes maneras. Tengo un amigo que está caminando de Oregón a Atlanta a Pittsburg. Tienen una hija que tiene esquizofrenia. En medio de su vuelo, sus demonios aparecieron y no podían caminar más porque no la dejaban caminar hasta que conseguirá tratamiento en Atlanta. Dios les ayudo y la llevaron al hospital para calmarla. Sus padres estaban cansados, perdidos y buscaban alojamiento. La hija estuvo en el hospital hasta que los médicos podían tratarla para que pudiera caminar por avión. No es el milagro como el de Jesús, pero si hay demonios que llegan a pesar de ser otro tiempo.
Jesús envió a sus discípulos a proclamar las buenas nuevas, para sanar y para expulsar demonios. Por nuestros bautismos, el Espíritu Santo nos da dones para seguir haciendo obras por el ejemplo de Jesús.
Empoderamiento para darTestimonio: Un aspecto crucial del bautismo es el don del Espíritu Santo. Si bien el momento exacto y la experiencia de la morada y el empoderamiento del Espíritu Santo se entienden de manera diferente en las tradiciones cristianas, la enseñanza constante es que el Espíritu Santo dota a los creyentes de poder (Hechos 1:8) para ser testigos de Cristo. Este poder les permite proclamar el Evangelio, vivir los valores cristianos y servir a los demás.
Dones Espirituales: El Espíritu Santo también otorga dones espirituales (1 Corintios 12, Romanos 12, Efesios 4). Estos dones, como la enseñanza, la sanidad, la profecía, el servicio, la administración y más, se otorgan para el bien común de la iglesia y para llevar a cabo la obra de Dios en el mundo. A través de estos dones, cada creyente puede contribuir de manera única a la misión de Jesús.
Nosotros también tenemos nuestros tiempos cuando parece que el mundo está encima de nuestros hombros y no podemos ni hacer las actividades diarias. ¿Qué haremos?
A través de mi vida profesional he encontrado personas con sus demonios. Drogas, alcohol, sexo son ejemplos de los demonios que encontramos estos días. ¡Son verdaderos! Hay programas concentrados en Jesús para ayudarles y darles apoyo en conquistar los demonios. Los programas se encuentran en diferentes lugares y con diferentes aproches para ayudarles transformar sus vidas.
Pienso que muchas veces en estos momentos, en estos tiempos de desolación y desesperanza hemos clamado a Dios, diciendo su nombre y el nombre de Jesús, pidiendo por su misericordia y bondad. ¿Cuántas veces han hecho esto? Quizás cuando alguien muere, cuando alguien tiene un accidente o enfermedad o cuando parece que alguien tiene un demonio, Ven Dios, Ven a mi corazón, ven a mi alma, ¡ven a mi vida! ¡ven a sanar mi amigo! ¿En tiempos cuando hemos hecho algo que no debemos hacer e inmediatamente no arrepentimos y llamamos a Dios? ¿Cuántas veces se sientan a los pies del Señor, cuantas veces se arrodillan para dar gracias a Dios? ¿Por tal vez un minuto, por dos minutos o por días? Cuantas veces digamos a Dios, a su Hijo Jesús y al Espíritu Santo, ¡¡¡YO quiero seguirte!!! ¡¡Yo quiero ser discípulo y proclamar las Buenas Noticias!! ¡Den Gracias a Dios!
AMEN