Un sermón de Padre Juan Sandoval
Propio 12, Año B
Concede, oh, Señor que confiamos en ti de todo corazón. En el nombre de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amen.
En cada mañana me levanto y primero hago mis oraciones o leo algo escrito por religiosos. Luego me gusta leer los avisos. Me da una meta en como esta esté mundo hoy. Me parece que no tenemos el poder de cambiar algunas cosas. Por ejemplo, huracanes, terremotos, virus, quemaduras de bosques, guerras. Casas destruidas por tanta lluvia, autos que se ven sumergidos. Vidas cambiadas en un momento, casas quemadas, gente sin hogar, sin comida, sin agua fresca para beber, sin donde quedarse. Árboles encima de casas, automóviles de arriba abajo, árboles en la calle, líneas de electricidad tirados en las calles, casas rompidas completamente. Muchos salieron en tiempo como ordenaron, pero algunos se quedaron y muchos murieron. El huracán, los terremotos, las quemaduras hicieron mucho daño.
Luego vemos las noticias de la gente que viene para ayudar. Vienen de otros países con agua fresca en botella, vienen con comida, vienen con médicos, enfermeras, equipo de cirugía y medicinas, vienen con sierras mecánicas para quitar y mover todo que fue destruido por los terremotos, para parar las quemaduras en tal lugar en los Estados Unidos, en Canadá. Vienen con barcas para salvar los que han tenido demasiada lluvia día tras día.
Pero, a pesar de esto, los vecinos y personas de otros estados llegan a dar apoyo y ayuda a limpiar, a dar bienes a los hambrientos y hacer lo que pueden por el amor en su corazón y en su alma.
Estas obras son el trabajo que Dios nos encomendó y de que Pablo nos habla esta mañana. Amen a sus prójimos como así mismos y transformar si mismo con caridad para los otros. Si transformamos nuestra vida cambiamos nuestra vida por lo mejor y con esto entra la luz de Nuestro Señor a la vida.
Pero todas estas cosas son naturales y no hecho por seres humanos. Cada día se oye en las noticias que personas fueron matados por violencia, fueron golpeados sin razón o fueron robados. Estos si son malas obras de seres humanos y de sus corazones malignos, corrompidos y que siempre están en las tinieblas.
Ahora Pablo nos habla que nos pongamos la Armadura de Dios. Necesitamos la armadura para la batalla espiritual contra los poderes malignos y contra los engaños de Satanás. ¿Y cuál es la Armadura de Dios? Hay seis pedazos de armadura.
- Escudo (shield) representa integridad, nos dice que siempre tengan confianza en Dios.
- Casco (helmet) representa salvación, Jesús llego a darnos vida eterna y salvarnos.
- Espada (sword) representa la palabra de Dios, la Biblia, oraciones, canticos espirituales, gracias, adoración, humildad.
- Coraza (breastplate) representa la FE, virtud y estar en comunidad
- Cinturón (belt-rope) representa la verdad y honor, siempre digan verdad en todo.
- Botas o zapatos (shoes) representa paz. Siempre hay montañas que necesitamos subir y compartir la paz de Dios.
Recuerdan que Jesús, después de ser bautizado, fue a orar y en esos cuarenta días había las tentaciones de Satanás. En este tiempo, Jesús, se puso la armadura de Dios para su encuentra con Satanás.
- Cambié esta piedra a pan. (hombre no puede vivir con solamente pan) “No sólo de pan vivirá el hombre, sino también de toda palabra que salga de los labios de Dios
- Saltar del más alta parte del templo de Jerusalén. (se dice os ángeles lo protejan) “No pongas a prueba al Señor tu Dios.”
- Arrodíllese a Satanás y Satanás le diera todo el mundo y ser rey). Jesús le contestó:
—Vete, Satanás, porque la Escritura dice: “Adora al Señor tu Dios, y sírvele sólo a él.”
Jesús se puso su armadura, especialmente su espada, la palabra de Dios, su escudo porque confiaba en su Padre Dios, y su coraza porque tenía FE en Dios.
Si en este mundo siempre necesitamos la armadura de Dios para combatir los poderes malignos que salen de las tinieblas. Cada uno necesita su armadura. Quizás hay tiempos que solamente necesitamos una parte de armadura para combatir los poderes malignos o para hacer el bien.
Pienso que siempre tenemos armadura día tras día. Por ejemplo, siempre tenemos una espada o las palabras de la biblia y de las enseñanzas por leer libros o escuchar sermones. Palabras grabadas en su mente y corazón. Se puede aumentar por leer y estudiar la biblia, proclamar los evangelios, compartir los 10 mandamientos y siempre adorar y amar a su Dios con todo su corazón, mente, alma y fuerza. También tenemos una coraza que es nuestra FE. FE que siempre tienes contigo.
En verdad, pienso que cado uno de nosotros tenemos toda la armadura de Dios para protegernos y proteger nuestra familia y nuestros prójimos. La gran pregunta es si están listos para usar la armadura y compartir con ellos que todavía no tienen su armadura.
Nos ponemos la armadura de Cristo que es la luz que nos guía. Esta luz que nos saca de las tinieblas al sol. Sí, mis hermanas y hermanos ahora me parece que es un tiempo en este mundo que necesitamos la Armadura de Cristo y estar listos para todo lo que viene, todo lo que viene cotidiana y para no preocuparnos por este cuerpo humano de hueso y carne, porque así, Dios siempre está en nosotros y con nosotros. ¡¡Ya es tiempo para despertarnos de sueño, para llegar al día nuevo y abrir los ojos y ver la luz!! La Luz verdadera que nos guía en ser buenos cristianos y hacer no solamente lo que pensamos, pero todo lo que es necesario para ayudar y amar a nuestro prójimo como así mismo. AMEN.