Un sermón de Padre Juan Sandoval
Propio 15, Año B
Canten y alaben de todo corazón. En el nombre de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amen
Este pasaje, esta epístola a los Efesios nos habla de unos temas teológicos.
¿Primero, quién eres? ¿Quién ere tu? Si recuerdan, de la semana pasada, para los que llegaban a ser bautizados. Después salieron con la luz de Cristo y una vida renovada por el Espíritu Santo. En los días antiguos, los que iban ser bautizados, se desvestían, es decir que se quitaban casi toda la ropa antes de entrar al rio a ser sumergidos. Pero cuando salían del rio, se ponían ropa nueva o ropa limpia. Esto significaba dejar la vida vieja y poner el ropaje de nueva naturaleza. Así, nos comunica San Pablo que tengamos cuidado como vivamos nuestra vida, como nos portamos . . . con sabiduría o despreocupados o neciamente. Parece un poco que San Pablo habla a los Efesios del fin de tiempos y que los días son malos.
En verdad, San Pablo no habla de fin de tiempos, pero habla de tiempo con la palabra griega, Kairós, que significa tiempo. ¿Qué hacemos con nuestro tiempo? Los sabios son los que ven que un nuevo día ha comenzado en Cristo y los que viven esa realidad en su vida. Una vida así es capaz de afrontar el tiempo con honestidad. Podemos ver el mundo con sinceridad y vivir en él con sabiduría porque entendemos cuál es la voluntad del Señor. San Pablo nos dice no hagan el mal, en vez llenen su ser con el Espíritu Santo. No se pongan agotados (weary) en hacer los que es bien porque cuando viene su tiempo, segaremos (reap) la cosecha.
Entonces, todos tenemos la oportunidad de hacer el bien para todos seres humanos, pero especialmente para nuestra comunidad, nuestro pueblo que se llama la iglesia y comunidad de FE. Hagan estas acciones para transformar su vida y ser llenados del Espíritu Santo.
San Pablo dice que debemos vivir con sabiduría. Durante su vida, Pablo, Pedro, Santiago y Bernabé fueron llamados para participar en el Concilio de Jerusalén. Uno de los asuntos era que los cristianos tenían que obedecer estrictamente la ley de Moisés. No todos estaban de acuerdo y por esto, los Apóstoles y los ancianos de Jerusalén se reunieron para discutir esto. Todos presente en el concilio dieron su punto de vista y su sabiduría. Ellos explicaron que no era necesario cumplir con las leyes de Moisés para ser buenos cristianos.
En la Iglesia Episcopal hay varios concilios. En la iglesia local, eligen a miembros de la iglesia a un concilio llamado Vestry. Ellos están encargados hacer el negocio de la iglesia con el rector o sacerdote en cargo. Se reúnen diez veces cada año. Cada miembro es elegido por tres años. En el dios, también los miembros son elegidos en cada iglesia y llegan al concilio anual. Como dice el nombre, se reúnen cada año. Pero llegan para hacer el negocio de la diócesis. Cada tres años hay el concilio general que es el concilio de toda la Iglesia Episcopal. Estos miembros también son elegidos en el concilio anual de cada diócesis. Este año este concilio se juntaron en Louisville, Kentucky y eligieron un nuevo Obispo presidente. Llegan por 10 días para hacer los negocios de la Iglesia Episcopal. En cada concilio, hay mucha sabiduría. Usan Escritura, Tradición y Razón en esta obra. Este año había muchas resoluciones. Les digo esto por la sabiduría de nuestros antepasados que podemos, los clérigos y los laicos, se juntan para hacer este trabajo de Dios.
Otro tema es la naturaleza de FE y cómo podemos compartir como pueblo todos unidos. Cada Domingo llegan a este templo para escuchar las lecturas, quizás escuchar el sermón, para cantar los himnos. Hacer todo esto para siempre dar alabanzas a Dios. Así la comunidad, el pueblo se llena del espíritu. No todos podemos cantar, pero si todos tratamos de hacer un ruido de alegría, se suena como algo muy bonito. Cantando con su propio espíritu es dar alabanzas a Dios. La adoración es el centro de ser cristianos. Me da mucha alegría y llena mi corazón cuando veo que algunos de usted son reunidos en los Domingos antes del servicio o después del servicio, esto es importante en enfocarnos en culto y dar alabanzas a Dios.
Ese tiempo que San Pablo nos habla es este tipo de cómo utilizar el tiempo dado a nosotros por Dios. ¡Tiempo para adorar a Nuestro Señor con toda nuestra alma, cantar con todo corazón y escuchar las lecturas con todo nuestro ser! Cuando estamos reunidos o unidos cada Domingo estamos no solamente en relación con Dios, pero también estamos en relación con nuestros hermanos y hermanas de esta comunidad, estamos en relación con el pueblo de Dios. Yo he visto esta relación después de las misas, antes de las misas y especialmente cuando celebramos los cumpleaños al fin de cada mes, Gracias a Dios. Les digo que siempre den gracias no solamente en la iglesia, pero en cualquier lugar estas, en su casa, la tienda, la escuela, su trabajo. Siempre den Gracias y alabanzas a Dios en el nombre de Cristo.
Las alabanzas y acciones de gracias nos ayudan ser la luz de Cristo en este mundo y para sofocar las fuerzas de las tinieblas y del mal. Siempre recuerden que este mundo es de Dios y que Dios siempre está en todo el mundo y que está aquí con nosotros. Piensen en cómo usar su don de tiempo, para mal o para adorar y dar alabanzas a Dios. Este será su auto disciplina, en como pasamos nuestro don de tiempo. Solamente tú puedes hacer esta decisión. ¿Experimentar el Espíritu o no?
AMEN