Un sermón de Padre Juan Sandoval
Epifania – Año B
En el principio solo había el obscuro. Todavía nada tenía una forma. Dios el artista comenzó a pensar en el mundo. ¿Como será este mundo?
¿Si nosotros fuimos el artista que hizo este mundo, como fuera? Piensen que estamos en obscuridad totalmente. Tenemos barro para formar algo que todavía no sabemos cómo será. Todavía no hay luz y sería mejor si podemos ver lo que haremos. Como artista comenzamos a formar algo. No es cuadro, no es tridimensional, pero es redondo. ¿Este globo no tiene nada y como debe ser? Pienso que necesitamos agua por que será necesario para toda la vida. Ahora estamos cansados y terminamos de formar este globo en los próximos días. Por Dios, la creación fue “bautizada” con las aguas de la vida y del Espíritu de Dios moviéndose sobre ellas. Una naturaleza creada que no es un acto accidental de Dios, sino su regalo y la manifestación de sí mismo.
Este sábado antes fue La Epifanía. Conocido mejor cómo el día de los tres reyes. Pero en verdad no eran reyes, eran astrólogos. Ellos habían visto la estrella que era su guía. Estos sabios que miraban los cielos para eventos.
Es dicho que la estrella en verdad era dos planetas, Júpiter y Saturno. Es interesante que muchos otros vieron lo que los sabios también vieron hace más que dos mil años. Dice que los chinos vieron una luz brillante en los cielos en ese tiempo y escribieron de la luz.
Hay otros que predicaron el nacimiento del mesías. Era un poeta llamado Virgil y el escribió un poema acerca de un hombre enviado de los cielos que comenzaría una época nueva. También había dos historiadores, Taertus y Sustonius, que escribieron de un líder del mundo que viene de Judea.
Lo que es interesante es que los Sabios, los tres magos, no eran judíos, eran árabes de iraquí y no eran teológicos, eran astrólogos. Los Sabios llegaron al lugar donde estaba en niño con tres dones. La primera cosa que hicieron era arrodillarse, rendirle homenaje y darse totalmente a Cristo. Con esto, sus corazones se llenaron por revelación divina y era como la luz que brillaba en el cielo ya estaba dentro de ellos. Los Sabios nos invitan a vernos como parte de una comunidad. Nos enseñaron dar alabanzas y adorar a este niño y arrepentirnos. Nos ponemos de rodillas en frente de Jesús y así nosotros también podemos rendirle homenaje. Este es el cuarto don. Ellos nos dan este Don, el primer don que dieron y el cuarto don. Los tres Sabios, Melchor, Caspar y Balthazar trajeron riquezas al niño, el que será Rey de los Judíos. Trajeron mirra, incienso y oro. Estos dones son importantes porque significan dones por varias partes de la vida del niño Jesús. Oro para el Rey, incienso para ordenar sacerdote o para el rol de sacerdote de todos y mirra para cuando muere, es una especia amarga y usan el óleo de mirra para poner en el cuerpo.
Después de ver el niño, se fueron los Sabios por otro camino a Egipto y se dice que cuando se fueron, que la luz, la estrella se desapareció.
Ya ha pasado 30 años y estamos con el primo de Jesús, Juan. Juan está bautizando en el rio Jordán. Pero hay ritos de purificación antes de Juan,
Pues, la primera vez de que se oye de esto es en Levítico 16 (23.24) cuando Aarón llega a la tienda de encuentro y se quita la ropa y antes de entrar al santuario, se lava en un ´mitvah´. se viste de nuevo con ropa limpia. Luego hace su holocausto por él y por el pueblo para obtener el perdón de sus pecados. Este rito era rito espiritual o un acto espiritual.
Los judíos por las leyes tenían un rito de purificación donde la persona fue sumergido en el agua hasta que todo el cuerpo y cada parte del cuerpo fue tocado por el agua natural. Natural es de la lluvia, del rio, del océano. El acto era uno de purificar o de restaurar. Para ser judío, uno tenía que llegar a la inmersión del cuerpo y hacer su arrepentimiento. También cuando tocaban a un muerto o un leproso tenían que lavarse. Las mujeres después de su mensual tenían que hacer su rito.
Juan el Bautista comenzó el rito de bautizar con agua. Lo que hacía Juan no era algo desconocido, no ya el pueblo sabía de qué era este rito. ¿No es como se paraban en la orilla del rio y pensaban ´que hace este loco´? Recuerdan cuando Juan bautizo a Jesús en el Rio Jordán, lo inmerso en el agua y cuando Jesús salió del rio, abrieron los cielos y descendió el Espíritu Santo en forma de paloma, y una voz del cielo dijo. . . Este es mi Hijo amado que yo he elegido´. En este momento, Jesús fue bautizado por su Padre y El Espíritu Santo. Con esto, Jesús comenzó su ministerio en este mundo.
Hoy, mucha gente llegó a conocer el hijo de Dios, Jesús el Cristo, El Mesías. Por las palabras que han escuchado este día. Tu eres mi Hijo amado, a quien he elegido.
Elegido para perdonar nuestros pecados y darnos vida eterna.
Ahora renovamos nuestros votos bautismales para dar de nuestra vida a Nuestro Padre, Nuestro Señor y Nuestro Espíritu Santo. Para hacer la voluntad de Dios en este mundo y dar apoyo a los necesitados.
AMEN.